viernes, 18 de octubre de 2013

Indulgencia en el año jubilar en el santuario

Indulgencia Plenaria en los Santuarios de Schoenstatt
Del 18 de Octubre de 2013 al 26 de Octubre de 2014
Con motivo de los 100 años de su Fundación

El Santo Padre, ha otorgado indulgencia plenaria, con motivo del centenario de la Fundación del Movimiento de Schoenstatt, con la Primera Alianza de Amor con María, a todos los Santuarios de Schoenstatt en el mundo, durante el año jubilar, para todos aquellos peregrinos que cumplan con los requisitos habituales establecidos.

¿Qué es una indulgencia plenaria?
Es un “indulto”, una remisión, de la responsabilidad que tenemos de reparar los daños que han ocasionado los pecados que ya nos han sido perdonados en la confesión sacramental. En la Confesión se nos perdona la culpa que contraemos con los pecados, pero es de justicia reparar también el daño causado por estos; purificar las consecuencias de esos pecados. Si al morir, no se ha purificado el corazón y no se ha expiado o reparado suficientemente el mal ocasionado, hay que pasar el Purgatorio (para purificarse), antes de ver cara a cara a Dios.
El perdón, Dios lo da gratis en cada confesión y espera un cambio real en la vida de la persona.  Al confesarse se supone también que la persona está dispuesta a ¨reparar¨ o componer aquello que ha dañado con su pecado. Como esto muchas veces no es posible, pues es difícil reparar el daño cometido, entonces el pecado aunque ya esté perdonado en la confesión, deja como una mancha, que habrá que limpiar en esta vida con obras buenas o en el Purgatorio, para poder entrar totalmente en paz y con un corazón limpio al cielo.

Para entender esto mejor, podemos usar un ejemplo muy sencillo: el pecado es como un clavo que penetra en la madera. La confesión saca el clavo, pero deja un agujero en la madera. La indulgencia es como la masilla que tapa el agujero y deja la madera como nueva. 
Esto significa que si se recibe la INDULGENCIA PLENARIA (de todas tus culpas) se estará como recién bautizado, con el alma y corazón plenamente limpios de toda culpa pena. Si alguien muere acabando de recibir la indulgencia plenaria, se irá al cielo directo, sin hacer “escala” en el Purgatorio. ¡Borrón y cuenta nueva!
Es muy importante reflexionar: esto solo es posible porque la MISERICORDIA de Dios es infinita y porque su AMOR hacia nosotros también es infinito y no porque lo ganemos por méritos propios.
En su misericordia y para nuestra salvación, Dios le concedió a la Iglesia el “poder de llaves” (cfr. Mt. 16,19; esta expresión se deriva de las palabras de Cristo a San Pedro, confiriéndole el poder de “atar y desatar” en la Iglesia). Es por ello que la Iglesia puede ofrecer esta posibilidad de conversión y purificación total en tiempos y ocasiones especiales. La indulgencia quiere ser un incentivo a la conversión y a la renovación de la vida de fe, en un tiempo de gracias, como es un jubileo. Acogemos, por lo tanto, este privilegio que nos otorga nuestra Iglesia, con una actitud de fe y confianza en la misericordia de Dios, que busca motivarnos y ayudarnos a que nos convirtamos constantemente a Él.
Naturalmente, esto no contradice ni disminuye en nada nuestra fe en la realidad del Santuario y en las gracias que recibimos constantemente en él. Justamente, esperamos que con el ofrecimiento de la indulgencia plenaria durante el año jubilar, se incremente la vinculación a nuestros Santuarios y se experimenten con más fuerza, como lugares de gracia y conversión.
¿Qué cosa no es una Indulgencia?
A fin de facilitar la explicación, puede ser provechoso afirmar lo que NO es una indulgencia. No es un permiso para pecar, ni un perdón para pecados futuros: ninguna de estas dos cosas pueden ser concedidas por poder alguno. No es una excepción que exima de alguna ley o precepto, ni mucho menos de una obligación contraída por algún pecado, como por ejemplo, la restitución de la cosa robada; al contrario, significa una satisfacción más completa de la deuda que el pecador tiene ante Dios. No confiere ninguna inmunidad con respecto a posibles tentaciones. Y de ninguna manera la indulgencia puede entenderse como la compra del perdón de los pecados, que aseguraría la salvación al comprador o la salida de alguien del Purgatorio

¿Cómo ganar la indulgencia plenaria?
Para ganar la indulgencia plenaria durante el año jubilar 2014, hay que peregrinar a algún Santuario de Schoenstatt y se deben cumplir tres tipos de requisitos:
1. Sacramentales:
a)       La Confesión: Puede hacerse una semana antes o el mismo día, o bien, dos semanas después, si se está en gracia el día en que se obtiene la indulgencia.
b)       Participar en la Eucaristía y comulgar. Esto debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia. 
2.  Requisitos de oración
  a) Oración por las intenciones del Papa rezando un Padrenuestro, un Avemaría
  b) Oración del Credo
Todo esto rezarlo con la intención de obtener la indulgencia.
3) Adicionalmente se recomienda una acción de Amor al Prójimo
 Realizar alguna buena acción de caridad, por ejemplo visitar a un enfermo, ayudar a alguien necesitado, etc…

¿Quiénes pueden obtener las Indulgencias Plenarias?
Cualquiera persona que cumpla los requisitos. Puede obtenerla para sí mismo, o para un difunto que crea que pueda necesitarla. No se puede aplicar o dedicar a una persona que esté viva.

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