viernes, 28 de octubre de 2011

Santa Teresita II

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“AÑO DE LA CORRIENTE DEL SANTUARIO”

Santa Teresita del Niño Jesús en la enseñanza del Padre José Kentenich (II)


El 18 de noviembre del 2011 las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús visitarán el Santuario de Schoenstatt de Trujillo. Preparémonos espiritualmente para recibir esta gracia.

El P. Kentenich y Teresita de Lisieux II

(En: Niños ante Dios. Editorial Nueva Patris)

Santa Teresita –en quien ustedes con tanto gusto espigan– armonizó en su manera de vivir la infancia espiritual: “Soy una pelotita con la que Dios juega” 12. Traten también ustedes de ser un juguete de Dios, y verán que no es un camino fácil, sino que enciende el heroísmo más elevado. Y ustedes, que son una comunidad joven, deben apuntar hacia ese heroísmo. Si no inscriben el ideal de la filialidad sobre su bandera, entonces no sé cómo forjarán un mundo nuevo. Sólo quien sea un niño sencillo podrá edificar un mundo nuevo. Recuerden entonces que la infancia espiritual es un caminito, pero difícil y “grande”. Naturalmente hay que saber desde qué punto de vista el camino es grande y desde cuál otro es pequeño.

“Existe una infancia espiritual íntegra que ha tenido un proceso de maduración. Pueden estudiar esta última variedad de infancia espiritual en la vida de Santa Teresita. A menudo se malinterpreta totalmente a esta santa. Su infancia espiritual era de un vigor extraordinario. Cuando una mujer siente una fuerte inclinación hacia algo, todo la impulsará hacia esa meta; quien conozca la psicología femenina lo sabe muy bien. Pero volviendo a la santa de Lisieux, se cuenta que a veces experimentaba un deseo imperioso de ir a ver a sus superioras. Este apego era en sí algo sano; pero ella quería educarse en la austeridad. ¿Qué hacía entonces? En una oportunidad, subiendo ya la escalera para ir adonde estaba la superiora, se aferró de pronto al pasamanos y exclamó: “¡No iré allí!”. 10

La infancia espiritual íntegra es la cumbre de la entrega y de la abnegación. Es una infancia espiritual acrisolada y depurada en la dura lucha de la vida. La infancia espiritual probada y abnegada es por excelencia y antonomasia donación de sí mismo. Si aplican esto a la infancia espiritual puramente sobrenatural, ella se hace sinónimo de santidad heroica.”

A esta luz se entiende mejor aquella otra imagen similar de Santa Teresita del Niño Jesús: “Soy como una pelotita de Dios... ”6. Aquí tienen otra referencia al chico que juega, o mejor dicho, al Padre que juega. El Padre es la medida de las cosas; El puede hacer lo que quiera con su hijo, para eso es el Padre. ¿Qué soy yo? Una pelotita con la que El juega. Reflexionen sobre la profunda abnegación que entraña esta actitud: hoy en la palma de su mano, mañana quizás en el lodo, u olvidada en el sótano y final­mente tomada y tratada con todo cariño. Mediten este tipo de entrega a Dios... ¿Se dan cuenta entonces de lo que significa ser un hijo del Padre? En la filialidad está la solución de los problemas más graves de la vida; no en los discursos brillantes, sino sólo en decir “sí” con sencillez, ya sea que se nos trate como pelota vasca o como pelota de fútbol... no sé cual de ellas reciba el trato más duro.

Santa Teresita, contemplen el testimonio que la santa de Lisieux nos da en este punto. ¿Qué diría ella sobre el riesgo de la infancia espiritual, del decir sí, de la fe viva en la Divina Providencia? Tengo la impresión de que conocía ya todos estos términos. Además de ellos, Santa Teresita utiliza otro que entraña toda una ascesis, pero que no se entiende tan fácilmente. En efecto, ella nos hablaría de ser víctima de la misericordia3.

Permítanme hacer una breve exégesis de estas últimas palabras. Quizás hemos oído hablar frecuentemente de “víctima de la justicia”, y nos formamos la imagen de un Padre del Cielo más o menos cruel y sanguinario, un Dios sediento de venganza que exige víctimas; ha sido agraviado en su justicia y quiere víctimas expiatorias: “Se enfurece el mar y clama por una víctima”4. Así se enfurecería el Padre del Cielo –según la imaginación de algunos– y por eso los hombres se vuelven a El diciéndole: “Sí, Padre, es cierto, te hemos ofendido gravemente, Tú debes tener tu víctima expiatoria; pero deja ir a los demás, yo haré expiación por ellos”.

Víctima de la justicia... Una víctima tal tiene su plena razón de ser, pero Santa Teresita nos habla en realidad de víctima de la misericordia. ¿Qué significa esto? Que la persona sacrifica a la misericordia divina todos sus derechos. La víctima de la misericordia sabe que nuestras buenas obras, realizadas en estado de gracia, nos dan derecho a una recompensa. Sin embargo no echa mano de ellas, no se aferra a ellas. Cuando la víctima de la misericordia pone su confianza en el amor de Dios, cifra todo derecho en la misericordia de Dios.


  • Lo que está necesitando la Iglesia de hoy es el programa que Teresa del Niño Jesús nos propone: su caminito de infancia espiritual. A lo que menos nos resignamos es a ser niños. Ya somos muy mayores. Y diremos con voz llena de soberbia que hemos llegado a la mayoría de edad. Hacernos niños…
  • Pero hacernos niños supone dar un golpe mortal a la soberbia en que se está destruyendo la vida humana. Dar valor a las cosas pequeñas. Porque no son las cosas las que tienen valor sino el amor con que están vivificadas. Dios no necesita nuestras deslumbrantes obras, nuestras retóricas huecas... Lo que Dios busca es nuestro amor.
  • Es el amor por lo pequeño, el cuidado de lo más opaco, la atención a las cosas más insignificantes, que son las que constituyen en mayor número la vida humana, lo que hay que hacer y además, hacerlo por amor de Dios.

TERESA DE LISIEUX: LA “PRIMERA SCHOENSTATTIANA”, … dijo el P. José Kentenich, para quien el espíritu de filialidad es el carisma central de la Obra de Schoenstatt.

Preguntas para reflexionar:

  1. Cuando me entrego totalmente a Dios – como una pelotita- me puedo sentir como la niña de sus ojos, pero también abandonado y olvidado. ¿Cuáles son tus experiencias?

  1. ¿Qué dificultades tienes en el camino de la infancia espiritual y que te ayuda a superarlas?

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